Podemos entender como coordinación entre niveles asistenciales a la conexión de la atención que puede recibir un paciente desde diferentes áreas, departamentos, profesionales o especialidades. 

El objetivo principal que persigue esta coordinación multidisciplinar, es poder proporcionar al enfermo o paciente una asistencia integral y perfectamente dirigida a su diagnóstico, tratamiento o recuperación. 

Niveles asistenciales 

En nuestro país se distinguen tres niveles asistenciales: 

El primer nivel, en el que la asistencia está en manos de la atención primaria, familiar y comunitaria. 

El segundo nivel, aquel que depende de la asistencia en el hospital de referencia.

El tercer nivel, la asistencia en el servicio de urgencias.

Es importante poner el foco en la necesidad de marcar como prioritarias todas las acciones destinadas a la coordinación entre los diferentes niveles y sus profesionales. De esta manera la asistencia sanitaria recibida por parte del paciente, siempre será más veraz, completa y, algo muy importante, la más adecuada. 

Continuidad asistencial

Además, esta imprescindible manera de trabajar con los diferentes equipos médicos o asistenciales, aumenta la posibilidad de ofrecer un seguimiento y continuidad asistencial, con el fin de alcanzar la mejoría o la completa curación del paciente. 

En la coordinación entre los distintos niveles asistenciales deben implicarse todo tipo de profesionales, independientemente de la especialidad o del centro sanitario en el que se centre su actividad laboral. 

A través de esta metodología integral de trabajo, los profesionales sanitarios pueden tener acceso a toda la información relativa al paciente, sin excepciones. De esta manera se consigue un trabajo multidisciplinar en equipo e incluso a distancia, que permite proporcionar una mayor y mejor asistencia, enfocada directamente a las necesidades de cada paciente/enfermo. 

Nuevas tecnologías y formación específica

En este sentido las nuevas tecnologías han facilitado considerablemente la coordinación entre los distintos niveles asistenciales, aunque, si bien es cierto, aún queda mucho trabajo por hacer hasta conseguir alcanzar los niveles deseados. 

La deficiencia en la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales, puede tener su origen en la formación. Por lo que es de gran interés que se incluyan protocolos y se normalicen los diferentes procesos de trabajo, entre otras cosas, dentro de los programas de formación, estudio y preparación del personal sanitario. 


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